Lidiando Con El Padre 2 [Bonus]

Espero pacientemente todo el tiempo que ella necesite, mientras observo de reojo al hombre que se retuerce, suplica, solloza y gime, convertido en una cáscara vacía.

Quien sea que haya creado estas drogas merece que se las metan por la garganta, por el culo, o como sea que se suponga que deban ingerirse.

Me da asco.

En unos minutos ella se calma y con el cuerpo tembloroso se separa de mí, después de lo cual se tambalea hacia la puerta.

Miro al hombre por un momento mientras levanto mi mano, apuntándole.

—¿Últimas palabras?

En un extraño giro de los acontecimientos, él recupera algo de lucidez y se enfoca en mí. Abre sus brazos completamente, invitando cualquier daño que yo desee infligir, y me mira a los ojos.

—Cuida de ellos... Por favor.

—Los protegeré. Que descanses en paz.

—Gracias... Gracias... —murmuró su gratitud en medio de gran tristeza.