La pobre empleada casi comenzó a llorar debido a mis palabras degradantes hacia toda su existencia, pero ahora tengo que interpretar un personaje. Bueno, podría haber sido más amable, pero realmente quería actuar como una mocosa mimada con mucho dinero una vez en mi vida.
He leído demasiadas novelas de jóvenes maestros como para no hacerlo cuando la oportunidad se me presentó en bandeja de plata.
Ella se inclinó numerosas veces y se disculpó por su falta de limpieza, lo cual fue bastante gracioso ya que estaba perfectamente limpia, y luego se marchó corriendo. Otro empleado nos llevó a una Sala VIP, esta vez estaba mucho más lujosamente decorada que en la que tuve consultas con Marcus respecto a Ayame.
La última vez tuve que esperar a que alguien me bendijera con su presencia, pero en esta ocasión antes de que pudiera siquiera acomodarme en el cálido abrazo de su lujoso sofá, escuché pasos apresurados acercándose a nosotros. Estaban corriendo.