TERCERA PERSONA
Alaia bloqueó otro ataque de Diácono mientras él la alejaba de Arias y Zira. Por el rabillo del ojo, podía ver a Zira finalmente levantándose y evaluando la situación.
Alaia miró alrededor confundida. El lobo que la atacaba era el lobo de James, Diácono, pero ella podía ver claramente el cuerpo de James en el pasillo. Su mente estaba tan nublada que no podía determinar quién era el verdadero. Además, este lobo se movía demasiado rápido para que ella pudiera concentrarse en atacar.
Este... este lobo tenía que ser un impostor o algún tipo de truco.
Diácono continuaba atacándola, empujándola hacia atrás y ella podía sentir que se debilitaba o tal vez era cansancio. Vio a Diácono pararse entre ella y Arias. El único poder que podría darle el impulso que necesitaba. Diácono vio la forma en que Alaia miraba a Arias y se conectó mentalmente con Zira.
—¡Sácalo de aquí ahora! —le gritó a Zira.
—¿Qué hay de ti? —preguntó Zira.