[¡Por favor, selecciona un nombre para tu mascota!]
Un panel apareció frente a Alex, mostrando un teclado virtual para que eligiera un nombre para su dragón recién nacido.
Pero antes de que pudiera empezar a escribir, el nombre se completó automáticamente.
A-L-P-H-O-X.
—¿No tengo voz en esto? —Alex levantó una ceja, mirando al dragón.
—No —Alphox, el Dragón de Sombras, sonrió con una mezcla de arrogancia y diversión.
—Supongo que no —murmuró Alex, poniendo los ojos en blanco.
Alphox desvió su mirada hacia el esqueleto gigante sobre Alex—. Pero de todos modos, ¿cómo conseguiste al Rey No-Muerto?
—Lo vencí —Alex se encogió de hombros.
—¡No hay manera de que lo hayas vencido, él es mucho más fuerte que tú!
—Es cierto —habló el Rey No-Muerto, su voz cargada de irritación—. He sido debilitado por el Señor de los No Muertos. Estoy recuperando mis fuerzas, pero hasta entonces, estoy atado a este... humano.
Alphox soltó una risa profunda y retumbante que hizo eco en el aire libre.