[¿Quieres usar la Llave del Nido de Arañas?]
—Sí.
La puerta se abrió con un gemido, revelando el oscuro pasaje cubierto de telarañas del siguiente piso.
El aire viciado salió, espeso y sofocante, llevando consigo el distintivo y perturbador olor de criaturas en descomposición.
Alex agarró firmemente su daga [Susurros de Sombras], escudriñando en las sombras, con su ejército de no muertos flanqueándolo.
Pudo sentir el cambio inmediatamente—este no era un piso de mazmorra ordinario.
Todo el Nido de Arañas era como una entidad viviente, respirando y pulsando, con telarañas entrecruzándose del suelo al techo, algunas tan gruesas que parecían formar paredes por sí mismas.
Mientras entraba, el suelo bajo él se sentía pegajoso por las telarañas.
A lo largo de los lados del estrecho camino, cientos de otras criaturas colgaban en la densa telaraña, atrapadas y drenadas hasta secarse por los arácnidos depredadores que acechaban más adentro.