Las puertas crujieron al abrirse mientras Alex y Alice entraban en la [Cámara de la Reina].
La luz tenue se filtraba a través de capas de gruesas telarañas, revelando una extensa caverna con la forma masiva y amenazante de la Reina Araña en el centro.
Sus ojos de obsidiana brillaban, y sus mandíbulas chasqueaban, haciendo eco en el siniestro silencio.
—Aquí vamos —murmuró Alex, activando su habilidad [Aura de la Muerte].
Energía oscura irradiaba de él, envolviendo a sus fuerzas no muertas en un resplandor siniestro, duplicando su fuerza y triplicando su defensa durante 30 segundos.
El chillido de la Reina Araña señaló el inicio de la batalla, y el ejército de no muertos de Alex se lanzó hacia adelante.
La reina contraatacó con largas y mortíferas patas, destrozando las primeras filas de esqueletos con facilidad, sus golpes lo suficientemente poderosos como para enviar huesos volando por toda la habitación.