La tensión en el campo de batalla alcanzó su punto máximo mientras Alex y Alice se preparaban para enfrentar al [Simio Guardián], flanqueados por una multitud de monos armados con lanzas.
Aurelia, aún recuperando el aliento de la última escaramucha, se había retirado a los bordes de la caótica escena, sus manos temblando mientras sujetaba sus dagas.
—¡Vengan a mí, no muertos! —gruñó Alex, levantando su mano.
Las sombras se iluminaron a su alrededor mientras activaba su habilidad de invocación.
En momentos, 80 esqueletos, 13 grandes esqueletos, 4 caballeros óseos y 3 espectros se pusieron en posición, emergiendo del suelo.
—¡Veinte de ustedes, defiendan a Aurelia! —ordenó Alex con firmeza.
Y en el momento en que dio esas órdenes, quince esqueletos, tres grandes esqueletos, un caballero óseo y un espectro se separaron, formando un círculo protector alrededor de la chica asesina.
Aurelia, aún recuperando el aliento después de presenciar el aura del [Simio Guardián], miró a Alex.