Alex se materializó en la [Aldea de la Tribu de Zorros], recibido por el suave susurro de las hojas y el choque rítmico de armas que resonaba por el patio.
La escena familiar ante él le dibujó una pequeña sonrisa en el rostro.
Alice estaba sentada bajo un árbol enorme mientras observaba con tranquila diversión cómo Aurelia y Alera entrenaban en el campo de entrenamiento abierto.
Las dos mujeres se movían con una gracia fluida, sus movimientos precisos y calculados.
Las [Dagas de Control de Sombras] de Aurelia flotaban a su alrededor, oscuras y elegantes, sus bordes pulsando levemente como si absorbieran la luz circundante.
Alera, por otro lado, empuñaba su [Lanza de Escarcha], su superficie azul helada brillando mientras la hacía girar con experticia.
Cada golpe que daba dejaba un rastro brillante de escarcha en el aire, un testimonio de su dominio sobre la magia de hielo.
El contraste entre ellas era sorprendente: sombra y escarcha encerradas en una danza mortal.