Capítulo 338: La Puerta Encantada de la Sala de Reuniones, La Ayuda de la Corona de la Calamidad

Alex se acercó a las enormes puertas dobles, listo para entrar a la [Reunión de Grandes Magos].

Las puertas debían abrirse automáticamente cuando alguien infundía su maná en ellas, un encantamiento diseñado para reconocer la magia de aquellos dignos de entrar.

Sin embargo, cuando Alex extendió la mano y vertió su maná en las puertas, nada sucedió.

La puerta no se movió.

Algunos de los [Grandes Magos] que holgazaneaban cerca se dieron cuenta inmediatamente.

—Ja, ¿pasó la prueba pero ni siquiera puede abrir la puerta? —se rió uno de ellos.

—Los jueces necesitan tomar mejores decisiones —sonrió otro, sacudiendo la cabeza.

Otros observaban divertidos, ya asumiendo que fracasaría.

Si las puertas no reconocían su maná, significaba que realmente no debía estar aquí, y si ese era el caso, tenían el derecho de echarlo.

Alex los ignoró e intentó de nuevo, colocando su palma contra la fría superficie de las puertas y canalizando más maná hacia ellas.

Pero aún así, nada.