Ahora que Alex había desbloqueado cuatro alas y ganado un tremendo aumento de velocidad, ya no necesitaba a [Alphox] para viajar.
Claro, volar sobre el lomo de un dragón primordial sonaba como una experiencia increíble, pero ya no tenía el lujo de perder el tiempo.
Cada segundo importaba, y no podía permitirse reducir la velocidad.
Aun así, con nada más que cielo abierto a su alrededor, volar solo le daba mucho tiempo para pensar y hablar.
—Entonces, ¿vamos a hablar del hecho de que Astolf todavía no ha hablado ni una vez? —La voz de Alphox resonó desde dentro del [Espacio de Mascota de Sombra] de Alex.
—Sí.
Ya había pasado más de una semana desde el incidente del Abismo.
Por toda lógica, Astolf debería haber revivido ya.
¿Tal vez estaba cultivando de nuevo?
—O tal vez el hecho de que absorbiste el [Crucifijo de Aniquilación] en tu cuerpo con la [Corona de Calamidad] lo mató —dijo Alphox, riendo.
Alex siguió volando, pero su frente inmediatamente se cubrió de sudor frío.