La Reunión Secreta (III)

La atención de Grace se dirigió a Ryan ante su pregunta. Se relajó en su silla y dejó escapar un pequeño suspiro antes de responder:

—Quiero que vayas a Skylane inmediatamente. Usa nuestras conexiones allí para hacer tratos por armas. Vamos a necesitar muchas de esas. Te estoy enviando las listas.

—¿No estamos cerrando nuestra base? Entonces, ¿por qué buscar nuevas armas? —preguntó Valeska mientras un pequeño ceño fruncido se apoderaba de su rostro.

—Porque las armas serán una de las cosas que nos mantendrán a salvo en el desastre que se avecina —respondió Grace y aunque Valeska sintió el impulso de preguntar más sobre qué tipo de desastre se avecinaba, se contuvo y simplemente asintió en señal de comprensión.

—Jefa —la voz de Ryan atrajo la atención de todos hacia su rostro sorprendido—, ¿está segura de que necesitamos tantas?

—Necesitaremos incluso más. Este es solo el primer lote. Si las cosas salen según mis planes, pronto estaremos comprando un segundo lote —corrigió Grace mientras Valeska y Maven echaban un vistazo a la lista de armas en el teléfono de Ryan.

100.000 Pistolas, 100.000 Rifles de Asalto, 100.000 Rifles de Francotirador, 100.000 Subfusiles, 100.000 Ametralladoras, 100.000 Escopetas, 100.000 Cuchillos de Combate, 100.000 Granadas, 50.000 Minas, 50.000 Explosivos Plásticos C4, 50.000 Rifles Anti-Material, 50.000 Granadas Propulsadas por Cohetes, 10.000 Lanzagranadas, 5.000 Drones Armados, 5.000 Vehículos Terrestres Autónomos y 5.000 Centinelas Robóticos.

Hubo un largo silencio una vez que los dos terminaron de leer la lista. Incluso como clan mafioso, no habían usado la mayoría de estas armas ellos mismos. Además, lo que les sorprendió fue la cantidad en la que estaban a punto de comprar estas armas.

Como si Grace hubiera leído su pregunta no formulada, explicó:

—Las armas serán una de esas cosas que tendrán una alta demanda además de alimentos y medicinas una vez que el desastre golpee la tierra. No solo se volverán demasiado caras, sino también escasas ya que su producción se vería gravemente afectada por mucho tiempo. Por eso necesitamos preparar suficiente para nuestra supervivencia.

Los tres asintieron en señal de comprensión.

—Jefa, ¿cree que es una buena idea comprar todo el lote en un solo lugar? —preguntó Ryan mientras se sentía un poco preocupado por el asunto.

—No te preocupes. Tengo conexiones cercanas en Ciudad Skylane. La lista de nombres que te he enviado te ayudará a mantener todo bajo control. Finalizarás el trato y verás que el lote sea transportado a nuestro almacén secreto allí. Te enviaré información de tres cuentas bancarias diferentes para realizar el pago —informó Grace y Ryan finalmente se sintió un poco aliviado.

—Haré lo mejor que pueda, Jefa. Deje el asunto en mis manos —prometió mientras se preparaba para la tarea que se le había confiado. No perdió tiempo y se retiró inmediatamente.

—¿Y nosotros? —preguntó Maven, ansioso por saber qué tipo de tarea estaba a punto de recibir.

—Quiero que hagas algunos arreglos para vehículos. Necesitamos comprar algunos vehículos armados personalizados. Te estoy enviando la lista, pero no tengo contactos ya que nunca hemos tenido mucho negocio en este sector en particular. Tendrás que trabajar un poco más duro que los demás —informó Grace al hombre que no parecía en absoluto desconcertado por la parte del trabajo extra.

—No se preocupe, Jefa. Creo que sé exactamente dónde encontrar estos —dijo Maven una vez que había echado un buen vistazo a la pequeña lista que había recibido.

5 Camiones de Transporte, 5 Limusinas Blindadas Personalizadas, 20 SUVs del Servicio Secreto, 10 Motocicletas Personalizadas, 10 Vehículos Personalizados para Equipos de Asalto y 5 Autobuses Blindados.

Grace asintió en señal de aprobación, elogiándose silenciosamente por elegir a la persona adecuada para la tarea. Sabía que Maven tenía debilidad por las motos y los coches, y basándose en ese conocimiento, decidió asignarle la tarea a él.

Finalmente, dirigió su atención a Valeska, quien había estado esperando pacientemente su turno. —Te estoy dando una tarea realmente importante. Dirígete al vivero más grande del país. Necesitaremos plantas o semillas de todo tipo de verduras, frutas, hierbas, medicinas, flores y árboles. Finaliza el trato e infórmame. Me reuniré contigo allí una vez que termine aquí.

La sorpresa y confusión eran evidentes en el rostro de la joven mientras aceptaba la tarea que acababa de serle asignada. —¿También necesitaremos eso para sobrevivir en el mundo? —preguntó, sin poder ocultar más su creciente curiosidad.

Grace asintió y se levantó de su asiento, Valeska y Maven siguiendo su ejemplo. —Necesito ir a algún lugar. Ustedes dos pueden comenzar con su trabajo. Informen a los demás, que no se han ido a otras ciudades o países, que se reúnan conmigo en la base esta noche a las nueve con todo el Círculo Externo.

—¿Va a lidiar con Daniel esta noche? —preguntó Maven.

—Cuanto más rápido nos deshagamos de él, mejor —respondió Grace mientras sus pensamientos volvían al momento de su muerte. Sintió un fuerte escalofrío recorriendo su cuerpo y tuvo que agarrarse a la silla para mantenerse firme.

—Jefa, algunos de nosotros no podrán acompañarla esta noche. ¿No cree que será un poco peligroso para usted enfrentarse a Daniel y a todo el Círculo Externo por su cuenta? —La voz de Valeska estaba llena de preocupación y Maven parecía estar de acuerdo con ella.

Grace sonrió suavemente a los dos mientras decía:

—Estaré bien.

Sus palabras hicieron poco para disipar sus preocupaciones, pero ninguno de los dos intentó discutir. Simplemente asintieron en señal de comprensión y observaron cómo Grace se giraba para salir de la habitación. Pero justo antes de que pudiera salir, Valeska decidió hacer una última pregunta.

—Jefa, ¿cuánto tiempo va a durar ese desastre?

Grace se detuvo inmediatamente al escuchar la pregunta, pero no se volvió para mirar a los dos. Su voz era muy tranquila cuando respondió:

—Probablemente... para siempre.

Y luego, salió de la sala de reuniones y se dirigió hacia su próximo destino.