El día del juicio final (III)

Cincuenta y nueve segundos

El aire pareció congelarse.

Cuarenta

Una gota de sudor rodó por la sien de alguien.

Treinta

Los corazones comenzaron a latir más fuerte que cualquier reloj, o incluso que el temporizador que estaba haciendo la cuenta regresiva.

Quince

La habitación contuvo la respiración.

Diez

La tensión se volvió asfixiante mientras comenzaba la cuenta regresiva final de los nueve segundos restantes. Cada segundo arrastraba al mundo más cerca de lo que parecía el borde de la existencia. Cada número cargado con el temor de un final inevitable.

Nueve

Ocho

Siete

Seis

Cinco

Cuatro

Tres

Dos

Uno

Cero

¡FIN!

Pero no pasó nada.

No hubo terremoto. No hubo erupción volcánica. No hubo lluvia apocalíptica. No hubo hordas de muertos vivientes. El mundo permaneció inquietantemente, imposiblemente quieto.