Grace se levantó de su sofá y se dirigió hacia Rune. Una vez que estuvo a su lado, extendió la mano y le dio un empujón a su sofá. Aunque el empujón no fue ligero, tampoco fue extremadamente fuerte, probablemente algo intermedio.
Al mismo tiempo, recreó el pensamiento de él cayéndose con el sofá, alineándolo con el empujón. Y esta vez, tanto sintió como observó cómo su poder trabajaba para dar vida a su pensamiento. Al momento siguiente, fue testigo de cómo Rune se estaba cayendo... junto con el sofá.
Como Rune estaba preparado para la caída, inmediatamente rodó hacia un lado y se puso de pie de una manera tan elegante que Grace se sintió impresionada. Pero debido a la situación, tenía otro asunto importante del que preocuparse además de estar impresionada con sus años de entrenamiento físico que le habían dado su actual nivel de reflejos rápidos que casi podrían describirse como elegantes.