El mundo exterior seguía frío e implacable mientras el invierno volcánico mantenía el cielo cargado de ceniza y el aire crispado por el frío.
Pero dentro de la Unidad 2101 del Edificio K12, en el calor de la cama, Grace estaba todo menos fría.
Se movió ligeramente, despertando de su profundo sueño. En el momento en que su conciencia volvió a la realidad, sintió el lento y constante subir y bajar del pecho del Dr. Kian bajo su mejilla. Sus brazos la rodeaban, firmes pero suaves, como si nunca quisiera dejarla ir.
Una rara sensación de paz se apoderó de ella. Durante más de un año, había estado luchando, liderando, sobreviviendo - sin detenerse el tiempo suficiente para simplemente existir.
Pero aquí, ahora, en sus brazos, se sentía segura y... en paz.