Capítulo 13

#Capítulo 13 El Juego

Quería evitar a Ryan para dejarlo enfriarse por unos días y dar espacio a la furiosa confusión dentro de mí, pero se acercaban los juegos de lucha. Aún nos veíamos todos los días y entrenábamos. Para mi alivio, él no mencionó la confesión de amor ni mi rechazo.

Finalmente, dos días antes del juego de lucha, mientras salía de su cabaña, dijo:

—No, descansa.

—¿Descansar? Pero ¿y si tengo más que aprender?

—No puedes aprender mucho más en un par de días, pero tu cuerpo estará más fuerte si descansa, y así podrás luchar fresca —explicó.

Me preocupaba que simplemente ya no quisiera entrenarme. Había estado actuando más distante, más agitado últimamente.

—¿Hay algo mal? ¿Cómo me irá si no practico hasta el último minuto? —dije.

—Mejor que si te agotas justo antes —dijo—. Y sí, algo está mal. No quiero que salgas herida. Desearía que decidieras no hacer esto.