Libro 2 Capítulo 20

Capítulo 20 - Sangre Hermosa

Olivera

Ella duerme durante horas después de que Ryan se va, algo en sus sueños la hace gemir, patear en sus pesadillas, y grita algunas veces como si la estuvieran lastimando. Ajusto la manta sobre sus hombros, viéndola jugar con el tubo que drena líquido en su muñeca.

—No juegues con eso, cariño —gruño, quitando sus dedos del tubo—. Tranquilízate ahora. Tu amante no tardará.

—Olivera —gime.

Odio cuando dice mi nombre. Su voz es tan suave, demasiado amable, y tan inocente que físicamente lastima a mi lobo. Miro sus rasgos perfectos, sus mejillas rosadas y sonrojadas y sus labios carnosos color cereza. Hace un puchero, el gesto frustrante más allá de lo creíble. Solo puedo imaginar esos labios contra mi cuello, contra mis propios labios, y prácticamente en cada parte de mi cuerpo donde importa.

Es atractiva, eso es una cosa, pero su ingenuidad me vuelve loco.