La Madre Demonio de Sangre probablemente no se atrevería a exponerse fácilmente, y mucho menos a actuar imprudentemente.
¡No tenían idea de si esos humanos aparentemente ordinarios y débiles podrían de repente invocar el poder de Shen Hao!
Todos comenzaron a moverse de nuevo.
Shen Hao miró la ciudad debajo que aún ardía, y su figura descendió repentinamente.
En este momento, Karim y West habían reunido a una gran multitud, todavía estaban buscando Demonios de Sangre, rescatando sobrevivientes de las llamas y ruinas derrumbadas, y luchando activamente contra aquellos que aprovechaban el caos para robar y cometer crímenes.
Cuando Shen Hao descendió del cielo frente a ellos, todos se sobresaltaron.
Pero rápidamente, lo reconocieron, y una emoción sin límites surgió en ellos.
—¡Shen!
—¿Ha terminado? ¡Dime que ha terminado!
—¡Salvador!
—¡Gracias, me salvaste al final!
—¿Por qué hay tantos Demonios de Sangre?
...