En la votación final, los catorce Sabios se encontraron con una proporción de votos incómoda.
Siete a siete.
La mitad de los Sabios creía que deberían profundizar la conexión lo antes posible, mientras que la otra mitad creía que, dado que ya se había transmitido una actitud "amistosa", no había necesidad de buscar más contacto a corto plazo. Era suficiente esperar una respuesta y mantener una estrecha vigilancia.
Como la votación final resultó en un empate, el asunto tuvo que dejarse de lado y, al final, fue la oposición la que vio prevalecer su resultado.
—Necesitamos un nuevo Sabio —añadió inmediatamente Leman—. En el pasado, estábamos acostumbrados a acciones cuidadosas y lentas, pero con la Prueba de Civilización acercándose ferozmente, necesitamos mayor eficiencia. Cualquier retraso podría conducir a un precio elevado.
En este punto, no hubo muchas objeciones—diez votos a favor.
La discusión sobre la selección de un nuevo Sabio comenzó posteriormente.