Esta era la percepción de Frey, pero también era la verdad.
Shen Hao también lo notó.
La malicia oculta en los corazones de estos miembros del consejo era, en realidad, el resultado de sus almas contaminadas. Reflejaba su miedo instintivo y reverencia hacia seres de estatus superior.
*Pero esta interferencia obstaculizó ligeramente las acciones de Shen Hao.*
De lo contrario, habría sido simple: solo necesitaban pararse bajo la luz de las estrellas como Frey y rezar sinceramente por su ayuda. A través de esa conexión, la contaminación que enfrentaban podría haberse resuelto sin esfuerzo.
*Aun así, aunque ligeramente inconveniente, no era una preocupación importante.*
Después de alcanzar la Cuarta Etapa, Shen Hao ya tenía cierto grado de confianza en este Juicio.
—Preparen la lista para el equipo de emisarios —ordenó Shen Hao—. Concéntrense en la fuerza, especialmente en los talentos... ¡solo elijan Elegidos con talentos Épico Púrpura o superiores!