Capítulo 61: Un Encuentro Casual con Malina, y la Recompensa del Gremio del Mundo

Los tres matones se quedaron paralizados por un momento y se volvieron hacia la dirección de la voz.

Vieron a un joven con una camiseta blanca, cargando comestibles, caminando tranquilamente hacia ellos.

—Chico, te aconsejo que no metas la nariz donde no te llaman, o nuestras navajas podrían no ser tan indulgentes —amenazó el matón de pelo amarillo, con ojos fríos mientras sacaba un cuchillo de su bolsillo.

Los otros dos sacaron porras extensibles, su postura amenazante suficiente para hacer que una persona promedio retrocediera con miedo.

Pero la expresión de Luca no cambió en lo más mínimo.

—¿Oh? ¿Y qué si lo hago? ¿Qué vas a hacer al respecto? —respondió con calma.

Para Luca, estos matones no eran nada. Ni siquiera los criminales más duros lo intimidarían.

Después de sobrevivir en un apocalipsis durante tantos años. Si no pudiera manejar a unos pocos miserables como estos, no habría llegado tan lejos.

El matón alto y delgado se burló, —¡Este chico tiene agallas!