Nunca habría esperado que incluso la princesa del imperio asistiera personalmente a este evento.
Sofía lo miró y dijo:
—Será mejor que dejes a un lado cualquier pensamiento inapropiado. Fratis ya tiene un prometido, y su prometido no es otro que el hijo del Duque León, Finn.
En el Imperio Clinton, el título de Duque conllevaba una inmensa autoridad, solo superada por el rey. Ejercían un poder casi sin rival—un hombre por encima de decenas de miles. Tal figura no era alguien a quien Luca, o incluso toda la Familia Howard, pudiera permitirse provocar.
El tono de Lucia también se volvió serio.
—Sofía tiene razón. Es mejor mantenerse alejado de las mujeres de la realeza. Sus relaciones están enredadas en una telaraña de política compleja. Un paso en falso y podrías quedar atrapado en un peligroso remolino.