"""
A Luca no pareció importarle mucho.
Pero Lawson se alarmó inmediatamente, diciendo:
—¡Su Alteza, esto es sumamente impropio!
Después de todo, Fratis ya estaba comprometida.
Si se corriera la voz, no solo dañaría la reputación de la familia real y de la princesa; a Luca tampoco le iría bien. Finn, su prometido, era conocido en la Ciudad del Amanecer por su naturaleza vengativa.
—Pero quiero escuchar a Luca contar historias... —suplicó Fratis, mirando a Lawson con impotencia.
—No, no, absolutamente no —. Lawson sacudió la cabeza vigorosamente, insistiendo en que no podían viajar solos en el mismo carruaje. Parecía estar a punto de arrodillarse en protesta.
Después de varios minutos de discusión.
El lujoso interior del carruaje ganó un pasajero adicional: un anciano de cabello blanco, bastante agitado.
Lawson se sentó rígidamente, observando a los dos dentro del carruaje como un halcón.
Incluso Luca comenzó a sentirse un poco incómodo bajo el intenso escrutinio de Lawson.