En el momento en que la bola de agua negra hizo contacto con el Starseeker, Luca sintió una inmensa fuerza recorrer su mano. La aparentemente insignificante bola de agua se sentía como si pesara mil libras, lo suficiente para deformar ligeramente la hoja del Starseeker.
Entonces, la bola de agua explotó con un rugido ensordecedor. La abrumadora fuerza hizo añicos el escudo de piedra, y las gotas de agua resultantes salieron disparadas como balas, cortando su cuerpo y haciéndole sangrar.
Luca frunció ligeramente el ceño. En Ciudad Hoja, ya había usado la mayoría de sus cartas de triunfo. Ahora, enfrentándose a esta tortuga blindada, se encontraba sin opciones.