Dada la situación actual, elegir a alguien para administrar la tienda no es una tarea fácil.
Los no muertos no pueden ser asignados para trabajar en ciudades humanas, y la mayoría de las criadas ni siquiera saben contar.
Cuando el dinero es poco, es manejable, pero cuando la cantidad aumenta, se vuelve difícil de manejar.
Es afortunado para Fang Hao que Zorro Blanco posea los atributos de un comerciante, y que una vez haya sido responsable de vender mercancías en el pueblo.
Esto debería ser suficiente para administrar la tienda temporalmente.
—Maestro, ¿qué tipo de tienda es? —susurró Zorro Blanco.
—Un restaurante.
Al escuchar las palabras de Fang Hao, el rostro de Zorro Blanco palideció instantáneamente.
—Maestro, mi cocina es mediocre, temo que pueda... pueda hacerle daño.
—No necesitas cocinar, solo administra la tienda y mantén las cuentas en orden.
—Oh, está bien, Maestro, haré mi mejor esfuerzo.