Fang Hao ya había visto los dos últimos objetos antes, así que no había nada que examinar.
Recogió el plano y guardó la Piedra Troll y la Moneda de Fuego de Guerra en su espacio de almacenamiento.
—Mi Señor, le necesitamos aquí —llamó Dimitrija desde la distancia.
Fang Hao y Anjia se acercaron y miraron hacia donde Dimitrija señalaba en el suelo.
Había un muro de piedra en el suelo, con mucha sangre fresca que fluía hacia una grieta en la esquina del muro.
¿Un desagüe?
Fang Hao descartó rápidamente la idea.
Esto no encajaba con la función de un desagüe.
Una grieta como esta podría bloquearse fácilmente con escombros.
Podría ser el espacio entre la montaña y la construcción secundaria, o podría haber otro espacio detrás del muro de piedra.
—Revísenlo y encuentren una manera de abrirlo —ordenó Fang Hao.
Todos se dispersaron y comenzaron a buscar una forma de abrir la puerta de piedra.
¡Clic!