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El Gobernador miró a Peter pero no dijo nada más. No era cercano a Peter y solo había oído hablar de él a través de otros. Pero eso era suficiente para saber que Peter no era exactamente una persona amable.
¿Una persona que había sido bañada por el mundo cruel y forzada a vivir en ese mundo brutal sería amable?
Eso era imposible.
Pero la diferencia entre los dos mundos había suavizado los bordes de estas personas que regresaron. Todos sabían muy bien que el mundo donde se quedaron era diferente y ahora que estaban aquí, se adaptaron muy bien a la ley.
Incluso si todavía deseaban meditar como lo habían hecho durante los últimos años que parecían no existir, no querían quebrantar la ley. Las reglas aquí les permitían vivir en paz y era algo que todos querían proteger y mantener.
Mientras Peter hablaba con el Gobernador Zachary, Sophia miraba la piedra con sorpresa.