Negociación

A Amelia le llevó mucho tiempo explicar, pero la mirada chismosa en los ojos de Sophia nunca desapareció. Esto hizo que Amelia se sintiera realmente impotente.

Por otro lado, Ruby estaba más interesada en el hecho de que Samuel pudiera deambular libremente durante el período de niebla. Sentía que el maná o algo así debía ser muy asombroso. Parecía que tendría que practicar más en el futuro además de hacer su investigación.

—Tus palabras son fáciles de malinterpretar, Mel —se quejó Sean después de que Amelia terminara de explicar.

—No creo que hicieran nada, de lo contrario me habría despertado —dijo Amelia seriamente.

Además, todavía había una distancia entre ellos dos en aquel dormitorio en ese momento, así que Amelia no pensó demasiado. Era solo que si estas cosas se decían fuera, la imaginación de algunas personas podría ser controlada.

—...Duermes como un cerdo. Ni siquiera te despertarías si hubiera un terremoto —dijo Sean de nuevo.

—¡Tú eres el que duerme como un cerdo!