—¡Porque tu medicina es una porquería! —resopló Juliana con desdén.
Tales palabras provocadoras enfurecieron a Zach. Apretó los dientes y dijo:
—Si quieres pelear, peleemos. ¡Tarde o temprano, haré que Benson descubra quién eres realmente!
Juliana levantó la mirada y le dio una mirada fría antes de apretar el puño y golpearlo en el pecho.
Un puño tan suave era como una muñeca de juguete para Zach.
¡Sin dolor alguno!
Zach miró a Juliana y habló fríamente:
—Desde que te casaste con Benson, los ataques de su enfermedad se han vuelto más frecuentes y su enfermedad ha cambiado. ¿Quién diablos es la persona detrás de ti?
—¡Juliana!
Juliana sonrió levemente a Zach, y su suave pequeña mano ejerció una ligera fuerza.
Una fuerza poderosa pareció taladrar el corazón de Zach.
—Tú... —el rostro de Zach palideció de dolor.
Apenas había hablado cuando Juliana lanzó un uppercut y luego lo pateó...
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
—¡Ahhhhhh!