Juliana entrecerró los ojos y soltó un leve resoplido.
—¿En serio?
Jayden realmente podía hacer que engañar sonara atractivo.
Jayden asintió pesadamente y luego le preguntó a Lizzy:
—Traeremos a tu amiga con nosotros cuando salgamos y ella puede testificar por ti. ¿No es así, Señorita Sheffield?
Lizzy dijo deliberadamente:
—¿Eh? Solo estoy de compras y cenando con Jill. ¿Hay algo más pasando? No.
A Jayden le gustaba la gente sensata como Lizzy.
Juliana miró a Jayden fríamente:
—¿Qué más?
Jayden pensó un momento y dijo:
—Eso es todo por ahora. Podemos tomarnos nuestro tiempo para planear después. Te haré la mujer más feliz del mundo.
Dijo, apretó los dientes, luego se arrodilló sobre una rodilla y le entregó las flores.
Jayden levantó la mirada y la miró sinceramente:
—Jill, me gustas. ¿Quieres... ¡Ah!
Antes de que Jayden pudiera terminar su frase, recibió una fuerte patada en el pecho y cayó hacia atrás.
Lizzy escuchó el grito y se dio la vuelta sorprendida.