—Espérame en el reservado. Hablaré un momento con Minna e iré enseguida —le dijo Juliana a Benson.
Benson asintió y subió las escaleras.
—Gracias. Me encargaré del resto yo misma —le dijo Minna a Juliana.
—En el futuro, es mejor resolver este tipo de cosas de manera simple y brutal. No es factible hacer compromisos —dijo Juliana.
Minna apretó los labios y no respondió.
Si Juliana no hubiera estado aquí hoy, no solo la habrían insultado sino que también tendría que pagar un millón de dólares y perder su trabajo.
Sin embargo, ella no podía hacer lo que Juliana había hecho con su estatus.
—Tengo algo que hacer hoy, así que no te acompañaré. Cuídate —dijo Juliana.
Minna asintió, luego habló dudosamente:
—Lo de hace un momento...
—Toma el millón de dólares si Zoe te lo da —la interrumpió Juliana—. Te lo mereces. No lo rechaces porque de todas formas ella no estará agradecida.
Minna asintió y quiso decir algo más, pero Juliana ya se había dado la vuelta y se había marchado.