Suzanne estaba nerviosa ya que ni ser enviada a la policía ni que le tomaran fotos indecentes era bueno para ella.
Suzanne miró a Juliana.
—Jill, yo no hice nada de esto. No hagas esto y no me envíes a la policía. De verdad no le diré a nadie sobre tu cita con Billy.
Juliana se puso de pie y dijo:
—Envíenlas directamente a la policía y que la policía investigue el caso.
Ella no quería hacer nada con semejante payasa.
Billy podía notar que a Juliana realmente no le importaba, así que no insistió y dijo:
—Oh, está bien.
Bueno, era un poco extraño que ellos, los gángsters, hicieran algo bueno.
Sin embargo, sería demasiado suave para Suzanne ser enviada a la estación de policía. ¿De verdad Juliana no iba a tomarle algunas fotos indecentes?
Juliana vio que Billy estaba decepcionado y dijo con una leve sonrisa:
—¿No temes que sus fotos te lastimen los ojos?
Billy lo pensó y ya no sintió lástima.
De verdad era duro para la vista.