Juliana levantó la mirada hacia Benson. Al ver la mirada herida en sus ojos, su corazón también dolió.
Juliana también temía que él dejara volar su imaginación y tuviera un ataque.
—No lo pienses demasiado —se apresuró a decir Juliana—. Déjame pensar cómo responder a tu pregunta. No tomo a la ligera mis sentimientos, ni quiero usarlos. Tengo que responder con seriedad.
—De acuerdo —asintió Benson con cierta expectativa.
Pensó que mientras Juliana estuviera dispuesta a decirlo, incluso si era para consolarlo, él estaría dispuesto a creerlo y sería feliz.
Juliana no sabía cómo responderle a Benson ni qué pensar.
Comparó a Benson y Stewart mentalmente.
En su vida anterior, ella y Stewart habían crecido juntos como amigos de la infancia, sus padres habían muerto y su hermano menor había desaparecido.
La vida de Miranda había cambiado dramáticamente. Los parientes que habían sido amables y cariñosos con ella se habían convertido en terribles demonios de la noche a la mañana.