207 Meterse con Ella

Billy y los demás quedaron atónitos por el repentino cambio emocional de Juliana.

Simón miró el arma en su mano y lo entendió de inmediato.

—Perra, ¿ahora tienes miedo? ¿Dónde está el poder que tenías hace un momento? —se rió con orgullo.

—¡Cariño, ayúdame! Tengo miedo —los ojos de Juliana se llenaron de lágrimas mientras decía.

Billy se estremeció por un segundo...

¿Qué estaba pasando con Juliana? Esta no era la manera de mostrar debilidad. ¡Debería ser tan poderosa como lo era hace un momento, hermosa y valiente!

—Perra, es inútil llamarme cariño ahora. Llámame papi y arrástrate hasta aquí para complacerme, o dejaré que mis amigos te follen por turnos —cuanto más asustada parecía Juliana, más fuerte se reía Simón.

—¿A quién estás maldiciendo?

La voz extremadamente fría detrás de Simón lo hizo temblar de miedo.

Simón se dio la vuelta y vio una figura erguida bajo la tenue luz al lado de la carretera. La luz brumosa caía sobre él como un halo.