Benson sostuvo a Juliana por su delgada cintura y dio la vuelta, atrapándola contra la pared antes de separar sus labios y dientes y verter su aroma de manera dominante.
Mientras besaba a Juliana, Juliana intentó responderle suavemente.
Esta suave acción volvió a Benson aún más loco.
El beso apasionado hizo que los dos perdieran la noción del tiempo y la dirección.
Sin saber cuánto tiempo había pasado, Juliana solo sintió un repentino calor en su corazón, seguido de un entumecimiento eléctrico que se extendió por su cuerpo.
Juliana volvió en sí de golpe. Empujó ligeramente a Benson y dijo con voz ronca:
—No...
Esta vez, Benson no la escuchó sino que aumentó la fuerza.
Juliana se mordió el labio inferior y su delgada cintura involuntariamente se arqueó ligeramente.
Su voz era aún más ronca y suave que antes:
—No... No lo hagas aquí.
Tan pronto como terminó, los movimientos de Benson obviamente se detuvieron por un segundo, y luego mordió a Juliana fuertemente como castigo.