En la mesa del jurado, había un inexplicable aura de enemistad entre Benson y el hombre misterioso.
Y la carrera en la pista continuaba ferozmente.
Benson ignoró al hombre misterioso y miró la pantalla grande, observando al equipo de Juliana con el ceño fruncido.
El comentarista narraba el evento apasionadamente:
—El Equipo Madera ha superado al Equipo Diosa. ¡Vaya, ya está a media distancia por delante del Equipo Diosa! ¡La velocidad es increíble! Es comparable a la velocidad de un avión despegando...
—¡Otro equipo ha superado al Equipo Diosa!
—El Equipo Diosa se ha quedado al final. ¿Podrá el Equipo Diosa dar la vuelta a la situación?
En la pista, los coches de carreras pasaban como relámpagos, dando vueltas y más vueltas.
Uno tras otro, los coches competían por adelantarse, y con los comentarios de los locutores, todo el campo estaba en ebullición.
—¡Ahhhhh! ¿Cómo es que mi favorito Equipo Diosa está al final? ¿Podremos ganar o no?