—¡Cómo se atreve Wendy a robar tu identidad! ¡Te apoyo y siempre estaré a tu lado! —Minna miró a Juliana con más firmeza.
Hoy en día, hay demasiadas estrellas que dependen de la belleza y no tienen habilidades de actuación.
Pero Wendy actuaba bien, y a Minna le gustaba mucho.
Ahora, solo quedaba disgusto hacia ella.
Minna tampoco entendía. Wendy había sido tan poderosa y famosa. ¡Qué desvergüenza robar la identidad de otras personas!
Era digna de ser una reina del cine, y sus habilidades de actuación eran tan buenas que la gente creía sus palabras.
—Minna, yo no soy Randall —dijo Juliana mirando el resentimiento de Minna.
—¿Ah? Eso... —Minna se quedó helada.
—Randall es otra persona. Está muerta, por eso fue reemplazada por Wendy —Juliana concentró su mirada.
Miranda estaba muerta. Incluso si había renacido como Juliana, ya no podría vivir como Miranda en el futuro.