Una vida sin futuro Parte 1

Sylvia cerró los ojos, recostándose en el asiento, tratando de relajarse y distraerse del incómodo silencio que llenaba el carruaje.

El viaje era largo y el camino estaba oscuro. Pasó un tiempo antes de que el carruaje se detuviera y cuando lo hizo, Sylvia se sorprendió al verlo detenido en medio de un espeso y exuberante bosque.

Tanto Leol como Theo no mostraron señales de moverse, mientras que Mikel abrió la puerta del carruaje de su lado y saltó sin decir una palabra.

Sylvia bajó para seguirlo mientras el hombre continuaba caminando delante de ella, abriéndose paso entre los árboles y las zarzas espinosas, con su espada desenvainada.

Ni siquiera miró hacia atrás una vez para ver si Sylvia estaba bien, lo que la hizo sentir un poco extraña. Podía notar que él seguía molesto, pero no podía entender por qué.