¿Un lobo...? Parte 2

Sylvia levantó la mano para acariciar cariñosamente al lobo.

—¿Estás aquí para despedirme, cariño? —murmuró, medio consciente y medio inconsciente.

Pero inesperadamente... el lobo le respondió...

—NO. Estoy aquí para llevarte conmigo —la voz profunda y ronca del animal sonó, áspera e inconfundiblemente masculina.

—¿Acaba de hablarme? —Sylvia parpadeó, preguntándose si estaba imaginando cosas.

Miró al lobo, observando sus profundos ojos azules que eran similares a los suyos.

En su estado actual, no le sorprendería demasiado si estuviera delirando y solo viera cosas que no existían.

Pero el lobo la sorprendió una vez más y sonrió como un ser humano.

—Si tú puedes hablar, ¿por qué yo no?

—Umm... ¿yo soy un ser humano? ¿Y tú eres una bestia?

El lobo sacudió su cabeza, dejando escapar una suave risa.

—Oh, pobrecita. Ni siquiera sabes quién eres.

—¿Qué... qué acabas de decir? —Sylvia tembló.

—Suspiro... Ahora ve a dormir. Tendremos mucho tiempo para hablar después.