¿Quieres volver?

Sylvia miró asombrada los terrenos del templo del bosque. Nunca había estado en este lugar antes, y la forma en que toda la estructura estaba decorada en oro daba la sensación de que el lugar era un punto de referencia extremadamente importante.

—Este es el lugar de descanso de tus ancestros y algunas de las otras bestias poderosas —susurró Roman en su oído.

—Ah, gracias —susurró Sylvia en respuesta, pero sus labios rozaron la oreja del lobo, haciéndolo sonrojar un poco instantáneamente. Roman aclaró su garganta incómodamente y se movió un poco para alejarse de ella.

Sylvia notó esta extraña reacción, pero rápidamente se volvió para prestar atención al consejo. No quería perderse nada de lo que sucedía aquí.

Había representantes de todos los diferentes clanes, haciendo que la reunión fuera considerablemente grande. Había alrededor de cien personas bestia presentes.