Phoebe reflexionó sobre lo que más heriría los sentimientos de Ruth y fue por ello.
—Estamos como viéndonos, aunque él quiere apresurar las cosas, yo prefiero ir despacio. No hay necesidad de definir nada todavía, me tomaré mi tiempo y lo estudiaré lentamente.
Su respuesta fue confusa para los mayores, ¿de qué estudio hablaba? ¿Era David una materia en la que necesitaba un título? ¿Eran las relaciones tan complicadas estos días que la gente necesitaba estudiarlas?
Ruth, por otro lado, captó el mensaje que Phoebe intentaba transmitirle, que era que David estaba en la palma de su mano en este momento. El afecto que ella estaba tan desesperada por obtener de él, Phoebe podía rechazarlo si estaba insatisfecha.
«Esta puta zorra astuta, ¿qué la hace digna de él? Sangre Mayfair o no, fue criada en un barrio pobre y apesta a pobreza. Te quitaré todo, especialmente a mi hombre», pensó Ruth.