Un fantasma hambriento.
Phoebe había sido expulsada de la cocina por su abuela porque sus talentos eran más adecuados para hacer su trabajo normal. En lugar de verla quemar la cocina, era mejor para ella mantenerse lo más lejos posible de allí. Con los fantasmas y la abuela Mayfair haciendo todo el trabajo de todos modos, ella no era tan necesaria.
En este momento, estaba escuchando a una madre preocupada que no dejaba de golpear a su hijo adulto en la cabeza mientras explicaba sus problemas.
El hombre malhumorado con traje que llevaba su tarjeta de identificación de la empresa alrededor del cuello claramente no quería estar allí y estaba muy avergonzado.
—Entonces, su hijo está obsesionado con su ex novia muerta —dijo Phoebe con calma.
La madre negó con la cabeza.