Un cambio en el viento.

Oman y Maria regresaron y anunciaron que no encontraron nada después de revisar minuciosamente los cuartos de los sirvientes.

Su llegada desvió parte de la atención que se había dado a Ruth. Podrían volver a ello más tarde, lo que importaba más en ese momento era la mariposa rosa.

—Entonces, ¿adónde podría haber desaparecido? ¿Realmente vino un ladrón de afuera? —preguntó Ruth en un intento por cambiar el rumbo de la conversación de las anteriores.

—Hay una persona cuya habitación aún no ha sido revisada. —Phoebe miró atentamente a Ophelia y agitó su mano con una sonrisa descarada en sus labios que se curvaban hacia arriba—. Ophelia, guía el camino.

Ophelia puso sus manos en su cintura y se rió burlonamente.