Demasiadas familias infelices.

Era imposible que el hombre no reconociera a David, por supuesto. —¿Señor Saxon? Q...qué está..usted....? —tartamudeó Joseph.

—Trabajo aquí —David anunció descaradamente, causando que los fantasmas y Phoebe lo miraran con total asombro.

—Para una persona que quiere mantener esto en secreto, eres bastante torpe porque llevas un broche con el emblema de la familia Verdemont —David expresó sus observaciones.

Phoebe le lanzó a David una mirada de advertencia, ella le había dicho que mantuviera su distancia mientras hablaba con el hombre.

—No le hagas caso, me han dicho que quieres llevarme a la residencia de tu empleador, así que vamos.

Phoebe entró a su oficina y recogió su bolso, informó a su abuela que iba a salir y luego se marchó.

Un coche negro estaba esperando afuera, lo gracioso era que también tenía el emblema de la familia Verdemont en el frente. David se rió mientras se apretujaba junto a Phoebe en el asiento trasero.