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—¿Es eso un dedo? —preguntó Luna, con un jadeo.
Phoebe asintió.
—Un hueso humano que fue utilizado como talismán, este es el tercer caso que he visto con este tipo de cosas. Estoy empezando a pensar que la fuente es la misma. Veamos para qué sirve este...
Dio vuelta a las plumas, examinándolas atentamente durante unos buenos cinco minutos con el ceño fruncido. A su lado, el espíritu Sajón mantuvo un silencio perfecto, esperando a que Phoebe uniera las piezas del rompecabezas.
Justo cuando el espíritu comenzaba a pensar que Phoebe no lo entendería, ella lo descifró y jadeó fuertemente.
—¡Transferencia de riqueza! —exclamó.
Pensándolo aún más, los Elithera enfrentaron problemas financieros significativos después de la muerte de Duncan. En tres años, pasaron de ser una de las cinco familias principales a ser indigentes.