Dos Collins en una vaina

David se acercó por detrás de Phoebe y la sonrisa lista en su rostro murió un poco al ver al casero de él y de Phoebe. Se preguntó por qué el hombre estaba en el funeral cuando ni siquiera conocía a Luther. Era nuevo en Ciudad Citrus, así que era dudoso que también tuviera una relación personal con los Verdemont. ¿Qué estaba haciendo aquí con los Mayfair?

Por lo que se veía, ya habían sido cautivados por el encanto de Collin. A diferencia de Amon, Collin estaba decidido a convertirse en una espina persistente en su camino de la búsqueda de su esposa.

Phoebe escuchó a David suspirando desagradablemente, y ella también suspiró.

—¿Por qué está él aquí? ¿Estás aquí por la comida? No te vi en el cementerio —pensó David en voz alta.

Collin se rió, le encantaba poner a David al límite de sus nervios. Había descubierto que David carecía de control cuando estaba cerca de la competencia, lo que podría funcionar a su favor.