Feliz primer cumpleaños Pheebs

Cuanto más se acercaban a la mansión Mayfair, más ansiosa se sentía Phoebe. Estaba nerviosa por lo que su familia había planeado. ¿Sería una de esas grandes fiestas glamorosas como las que solían organizar para Ruth?

¿Sería un pequeño evento familiar como ella había pedido? ¿Y si no lograba sonreír o llorar? ¿Y si estaba tan nerviosa que vomitaba?

—Vas a hiperventilar, respira Phoebe, respira —el espíritu Sajón la animó.

Pero ¿cómo podía respirar con facilidad cuando sentía que solo quería dar media vuelta y huir a las montañas? Preferiría enfrentarse a fantasmas maliciosos que tener una fiesta de cumpleaños.

La abuela Mayfair percibió la inquietud de Phoebe y le apretó la mano suavemente, dándole una sonrisa tranquilizadora. Todo lo que Phoebe vio fueron afilados dientes de payaso malvado listos para devorarla.

—Oooh, esto no es nada bueno —murmuró.

Al ritmo que estaba entrando en pánico, Phoebe estaba segura de que se desmayaría antes de que la fiesta siquiera comenzara.