El torneo (2)

Valeria estaba de pie al borde de la arena, la voz retumbante del presentador reverberando entre la multitud. Los ensordecedores vítores, las grandiosas declaraciones, los interminables elogios al Marqués—todo ello le crispaba los nervios.

«Tonterías», pensó, entrecerrando ligeramente los ojos mientras escudriñaba las masas de gente absortas en el espectáculo. Las palabras del presentador estaban llenas de nada más que halagos vacíos, diseñados para despertar la emoción e inflar los egos de aquellos en el poder.

Había visto este tipo de espectáculo antes—demasiadas veces, de hecho. Las palabras, la teatralidad, la forma en que hablaba del "honor" y la "gloria" como si fueran mercancías para negociar frente a una multitud. Le recordaba demasiado a los banquetes y reuniones a los que se había visto obligada a asistir en su juventud, rodeada de nobles que llevaban su encanto como una máscara, ocultando el vacío debajo.