La Tormenta

Algo estaba mal.

Me había llevado al límite. No, más allá del límite. Había lanzado todo lo que tenía a esta pelea —Vacío, Luz Estelar, Equinoccio, cada onza de poder que podía agarrar.

Y aun así, no era suficiente.

Incluso con Aeliana como medio, incluso con ella debilitando la influencia del Kraken, incluso aunque su poder había sido reducido a algo más cercano a una entidad de 5 estrellas, todavía no podía vencerlo.

Yo era demasiado fuerte para que me derrotara directamente.

Pero estaba demasiado arraigado en este espacio para que yo pudiera matarlo.

Y entonces lo entendí.

Este lugar —todo este campo de batalla— era la propia creación del Kraken.

Había estado tratando de luchar contra él usando el Vacío, usando la Luz Estelar, usando las mismas fuerzas que él estaba manipulando.

Pero ¿cómo podía anular su autoridad?

¿Cómo podía ganar cuando estaba luchando en su escenario?