Feng Yun se dio la vuelta, con el pie firmemente plantado en el escalón 18 mientras comenzaba su descenso de regreso al 17.
Cuando pisó el escalón 17, Feng Mei se acercó inmediatamente a él, sus ojos llenos de una mezcla de confusión y curiosidad.
—Hermano Yun —lo llamó, con voz teñida de sorpresa—. ¿Por qué no intentaste subir al escalón 19?
Había una genuina perplejidad en su tono. Lo había visto conquistar el escalón 18 con relativa facilidad, algo que ella no podría haber hecho incluso con su anterior aumento de poder.
En su mente, no había duda de que él podría llegar aún más alto.
Con la facilidad con la que había manejado la presión del escalón 18, Feng Mei no podía entender por qué se detendría allí.
Feng Yun hizo una pausa por un momento, mirando el escalón 19 por encima de ellos. El camino estaba despejado, y el desafío era ciertamente tentador.
Pero simplemente sonrió, con una mirada en sus ojos tanto tranquila como pensativa.