La bulliciosa capital rebosaba de emoción mientras corrientes de personas se dirigían hacia el gran estadio, el lugar para la fase de selección de la Competencia del Dragón y el Fénix.
Este no era un estadio cualquiera —era el más grande del Imperio del Cielo Azul, capaz de albergar a cientos de miles de espectadores.
Su imponente estructura se alzaba sobre la ciudad, un testimonio de la grandeza del imperio.
Las calles estaban llenas de charlas mientras la gente esperaba ansiosamente la llegada de los poderosos clanes y sus reconocidos participantes.
La atención de la multitud pronto se dirigió a un grupo que se acercaba desde la avenida sur.
—¡Miren! ¡Es el Clan Xu de la Región Sur! —exclamó un hombre, señalando hacia una procesión vestida con túnicas verdes bordadas con intrincados patrones de hojas y enredaderas.